Muchos amigos y
colegas no catalanes me preguntan últimamente sobre el difícil encaje de
Catalunya en España. Para muchos extranjeros con un conocimiento superficial
del tema, la transición política de la dictadura a la democracia, la
descentralización política y la modernización de la sociedad española les
parece un caso bastante ejemplar. Por otro lado, la demanda de independencia
por parte de Cataluña genera malestar pues es percibida como poco solidaria con
otras regiones españolas más pobres. Asimismo, en un planeta y una Europa cada
vez más interdependientes, no entienden la creación de nuevos estados, en
particular cuando dicho proceso genera desestabilización en un mundo cada vez
más complejo e interconectado. En este contexto, la reivindicación catalana no
genera mucha simpatía.
Por lo que se
refiere a mis amigos españoles, al principio me preguntaban afectados
emocionalmente por la deriva independentista, pues cuesta aceptar que un grupo
muy significativo de catalanes hayan dejado de creer en España como el espacio
desde donde construir un futuro político compartido. De todas formas, en los
últimos cuatro o cinco años dejaron de preguntar, ante un tema que genera
incomodidad. Quizás, intuyo yo, porqué son conscientes de hacia dónde nos lleva
la negativa a negociar por parte del gobierno y el establishment político
español, y porqué están hartos de un tema omnipresente en los medios de
comunicación y al que acceden, mayoritariamente, desde un único ángulo (toda la
prensa en papel y las televisiones en abierto españolas presentan solo el punto
de vista del nacionalismo español, ridiculizando o negando la voz del otro). Desde
su punto de vista, en democracia, la ley y el estado de derecho deben respetarse,
y la insumisión del parlamento y el gobierno de Cataluña les parecen
inaceptables. Solo durante estos últimos días, cuando la represión por parte
del gobierno español ha mostrado su cara menos amable, se empieza a notar cierta
solidaridad (en la medida que está en juego la calidad democrática en el
conjunto de España) y la necesidad de hablar para crear puentes, desde el
respeto a la diferencia y a la libertad.
Un poco de historia: génesis del desencuentro entre
Cataluña y España
En el tránsito de
la edad media a la edad moderna, tres grandes sistemas políticos se distribuyen la península ibérica*. Castilla, política y demográficamente dominante, con un
sistema de poder centralizado en una monarquía absoluta. Portugal, con un gran
proyecto mercantil y colonial, pero subyugado durante doce lustros bajo la
corona hispánica (1580-1640). Y Aragón, una confederación de estados bajo un
único monarca (situados en el este peninsular y el sur de Italia), basada en el
pacto entre el rey y las cortes de cada reino, quedando la función recaudatoria
en el órgano ejecutivo de las cortes (la Generalitat –nombre del actual
gobierno de Cataluña – se instaura en 1359). Cataluña, que había liderado la
expansión mediterránea, entra en declive durante el siglo XV en la medida que
la peste, los conflictos internos y el proyecto mercantil mediterráneo es
substituido por el transatlántico. Durante los dos siglos posteriores, ya bajo
el dominio de los Augsburgo, cerrada la posibilidad de participar en los
proyectos coloniales de las otras dos potencias peninsulares, intenta conservar
su autonomía política hasta el enfrentamiento final de 1714. En dicha fecha,
abandonada por los aliados austríacos y británicos, los antiguos reinos
peninsulares de la corona de Aragón pierden la guerra contra el pretendiente
Borbón, y con ello su autonomía política al ser integrados por la fuerza de las
armas al Reino de Castilla.
La apertura al
mercado colonial y la posterior industrialización permitirán un creciente empuje
demográfico y económico, que allanan una identificación creciente de las élites
catalanes hacia el proyecto estatal español. Pero las crisis recurrentes que
caracterizan el siglo XIX español (invasión Napoleónica, pérdida progresiva de
las colonias americanas, tres guerras civiles consecutivas, golpes de estado …)
junto a la incapacidad del sistema político español para crear un estado
moderno (con un poder caciquil al servicio de la oligarquía agraria y una
política colonial fracasada), crea las condiciones para buscar una alternativa
distinta. La mirada romántica hacia las glorias medievales y el espejo que
representan casos homónimos como el griego, polaco, noruego o irlandés, llevan
a la construcción de unos mitos y un relato nacional alternativos a los que
ofrece el nacionalismo español. La represión del estado crecerá en la medida
qué en lugar de ofrecer una alternativa modernizadora intentará imponer por
todos los medios a su alcance el idioma español y su imaginario nacional,
percibido como rancio. Ambos nacionalismos se refuerzan mutuamente, con la
diferencia que el español cuenta con la fuerza coercitiva del estado, muy en
especial durante los largos periodos dictatoriales que caracterizan el siglo XX
español.
La transición
política posterior a la muerte del dictador es fruto de un pacto asimétrico
entre las fuerzas del tardo franquismo y una débil oposición, impulsado desde
Europa y Estados Unidos de acuerdo con el establishment económico español, que ansía
integrarse al proyecto político-económico europeo. Una de las condiciones necesarias
para cerrar la brecha abierta con la guerra civil era dotar de autonomía
política a Cataluña y al País Vasco. Pero para que los ganadores de la guerra
lo aceptaran era imprescindible garantizar sus prebendas (conversión de todos
los miembros del partido, sindicato y organizaciones del régimen en
funcionarios del estado), blindar la unidad de España en la Constitución
(artículos 2 y 8, que establecen la indisoluble unidad de la nación española,
patria común e indivisible de todos los españoles y como misión de las fuerza
armadas defender su integridad territorial), y mantener un sistema tributario
centralizado (con la excepción del cupo vasco y navarro) para controlar
indirectamente la inversión pública (y sus beneficiarios). Asimismo, para
evitar un sentimiento de discriminación y al mismo tiempo aguar el proceso, el
acceso a la autonomía se abre al conjunto de regiones españolas. En todo caso,
el estado de las autonomías (no muy lejano al modelo federal) permite un desarrollo
social y político sin precedentes, pero no exento por desgracia de algunos de
los males que caracterizaban la cultura política española (corrupción,
clientelismo …).
¿Por qué si el modelo funcionó durante sus
primeras dos décadas, genera un sentimiento de frustración entre los catalanes?
Para entender
esta frustración se debe tener en cuenta la poca consideración del estado a la
identidad cultural y lingüística, a la particular organización social, y a los
intereses económicos específicos de Cataluña.
Para la gran
mayoría de españoles existe una jerarquía mental que sitúa el castellano –el
único que es obligatorio conocer– por encima de los demás idiomas hispanos. Las
cosas importantes se hacen en español pues esta es una lengua universal, con enorme
impacto económico e inmolarse culturalmente en un idioma minoritario es de
mentes cerradas, poco inteligentes. Los catalano-hablantes no somos tontos y
aprovechamos nuestro gran dominio del español, pero pensamos en catalán y nos
gustaría que nos respetaran por ello. No deja de ser sintomático, por su valor
simbólico, que en el Parlamento español se pueda escuchar un discurso en el
idioma de un invitado extranjero, pero esté prohibido que sus diputados o
senadores usen otro que el español. O que España se haya opuesto a que el
catalán sea usado en alguna sesión específica del Parlamento Europeo. No
entienden que el bilingüismo es una fortaleza en un mundo globalizado, y que
para defender el idioma más débil debes protegerlo mínimamente. La inmersión lingüística,
una de las políticas más criticadas por el nacionalismo español del sistema
educativo catalán, da a niños de todos los orígenes la oportunidad de dominar por
igual catalán y castellano, un modelo de éxito que hace el país más equitativo.
En relación al
desarrollo económico, las prioridades y la inversión del estado han
discriminado claramente a Cataluña y al este peninsular, lastrando su capacidad
de continuar siendo motor de la economía española. Las decisiones en
infraestructuras son concluyentes. España ha construido en los últimos
veinticinco años casi 3.000 Km. de tren de alta velocidad, conectando la
capital con prácticamente todas las grandes ciudades del estado. Mientras
tanto, la línea férrea que conecta la segunda y la tercera ciudad más grandes
del país (Barcelona y Valencia) no solo no tiene alta velocidad, sino que es
una vía única donde los trenes deben esperar en las estaciones. Y esto pasa en
el principal eje de exportación de España hacia el resto de Europa. Otro
ejemplo reciente de este verano, es el último acuerdo hispano-ruso, donde las
autoridades españolas imponen que todos los vuelos sobre territorio ruso con
destino a España deben tener por origen o destino Madrid, cosa que impide el
intento de Norwegian de conectar el aeropuerto de Barcelona con el de Tokio.
Asimismo, el
diseño del sistema económico y fiscal concentra la recaudación tributaria en la
comunidad de Madrid y en menor medida en Cataluña, muy por encima de su peso
demográfico, de producción o de consumo. Prácticamente todos los impuestos
especiales, que graban el consumo de energía o tabaco, y buena parte del
impuesto de sociedades, se concentra en Madrid, sede de las grandes empresas y
donde viven la mayoría de los españoles con mayor patrimonio y renta. El
sistema radial económico y de comunicaciones está desertizando buena parte del
agro y las ciudades medias españolas. La meta de los profesionales más
competitivos es terminar profesando en la capital, o si se es catalán, en
Barcelona o en algún país extranjero donde se den las mejores condiciones y
remuneraciones.
Por otro lado, desde
un punto de vista socio-político, la realidad catalana es substancialmente distinta
a la española. El sistema de partidos y su representatividad electoral en el
parlamento y los municipios catalanes, con pactos y coaliciones de gobierno,
difiere claramente del sistema casi bipartidista del estado, donde nunca ha existido
un gobierno de coalición multipartido. El diálogo y negociación permanente
entre los gobiernos catalanes y una sociedad civil muy crítica y participativa,
fruto de un tejido asociativo dinámico y de una sociedad con consciencia
identitaria dentro de su gran heterogeneidad, contrasta con unas relaciones
mucho menos porosas a escala española, donde la relación entre el poder y la
ciudadanía es más distante y clientelar.
Ahora bien, no
nos engañemos, de los 7,5 millones de habitantes de Cataluña, solo el 35% de la
población tiene por lengua materna el catalán, aproximadamente la mitad han
nacido o descienden de otras regiones de España y la población de origen
extranjero alcanza el millón y medio de habitantes. En esta realidad tan
heterogénea, casi el 80% de los ciudadanos quieren resolver el actual conflicto
votando, dando la voz a los ciudadanos de Cataluña. A la gran mayoría les
gustaría que fuera a través de un referéndum pactado con el gobierno central,
pero ante la negación sistemática del mismo, la mitad de los votantes quieren hacerlo,
en cualquier caso. A estas alturas, no creo que sea posible con unas garantías
democráticas mínimas el próximo 1 de octubre, pues la represión del estado no
lo permitirá. ¿Pero qué otra alternativa le queda a la sociedad catalana? Ante
una relación de fuerzas totalmente asimétrica, un David contra Goliat, la
insumisión es para muchos la única alternativa. Algunos dicen que estamos ante dos
nacionalismos enfrentados, ambos igual de malos, pero a mí me parece que uno
tiene la fuerza coercitiva y la mayoría para imponer en el Parlamento o en un
referéndum a escala española su posición sin respeto a la de una minoría
demográfica. Es posible que, para justificar su acción, el presidente del
gobierno español adelante las elecciones para obtener una mayoría absoluta que
lo legitime, gracias al votante nacionalista español que se siente agredido
ante el desafío independentista. A mí me preocupa no solo el futuro de Cataluña
sino también la calidad democrática del conjunto de España.
¿Por qué se ha llegado a una situación límite, con
represión directa por parte del estado y uso del derecho penal para resolver un
conflicto político?
Este es un
conflicto de legitimidades. Para los defensores del estado de derecho español,
la convocatoria por el Parlamento de Catalunya de un referéndum prohibido
explícitamente por el Tribunal constitucional es ilegal. Para los defensores de
la consulta, ante la reiterada negativa del parlamento y el gobierno español a
que se pueda consultar al pueblo de Cataluña o negociar alguna alternativa
política, la única solución para forzar la situación consiste en llamar al
pueblo de Cataluña a votar. Y esto, a sabiendas del enorme riesgo personal para
sus promotores (tal como ya está pasando, con la detención de altos cargos del
gobierno catalán, la citación judicial de 750 alcaldes, o la inculpación de la
mesa del parlamento catalán).
Los grandes
avances sociales en la historia de la humanidad, en particular aquellos que más
se oponía al statu quo imperante, se han conseguido gracias al tesón e
incumplimiento de la legalidad vigente por parte de sus promotores. Las
luchadoras por el derecho de voto de la mujer, en contra del apartheid, de la
igualdad racial en EEUU, en favor de la caída del muro de Berlín o la
independencia de la India sufrieron penas de cárcel por infringir el estado de
derecho reinante, el de unos poderosos que no querían escuchar ni respetar los
derechos legítimos de los débiles. Cuando un amplio abanico social no considera
legítima una ley y se la salta, es el momento de preguntarse qué pasa y hacer
política. Es evidente que existe un conflicto de legitimidades, sobre qué
comunidad política es soberana para decidir su futuro. Para buena parte de los
españoles, la soberanía está en la nación española; para una mayoría de
catalanes, Cataluña es una nación cultural y política, con derecho a decidir su
futuro sin el consentimiento del resto de españoles.
Para mí, las
naciones se expresan en su voluntad de ser. Los estados modernos construyeron
naciones para legitimarse social y políticamente. La gran mayoría de países que
conforman Europa son consecuencia de distintos procesos de secesión de antiguos
imperios. Siete de los actuales estados miembros de la UE no existían en 1990 y
lograron la independencia después de referéndums considerados ilegales por sus
países de origen. España no ha sido capaz de construir plenamente un
estado-nación, ni otra alternativa basada en el pleno respeto a su diversidad
política, cultural y lingüística. La idea de nación de naciones genera
incomodidad en todos aquellos que tienen idealizada una nación homogénea,
basada en unos mitos fundacionales, unas tradiciones, un idioma y un destino
común, indisoluble. Para ellos, un modelo a la Suiza, donde los suizos alemanes
no se les pasa por la cabeza imponer su idioma, modelo educativo u organización
político-social a los suizos franceses o italianos, es inconcebible. Si para
mantener la matriz castellano-española al conjunto de pueblos que viven en las
actuales fronteras del estado español es necesario imponerlo a través de la
represión, legitimado en una mayoría parlamentaria que no respeta a las
minorías, lo harán.
En estos momentos
estamos en una clara situación perdedor-perdedor. España es percibida como un
estado incapaz de resolver sus problemas políticos internos, ocupada en
reprimir en lugar de seducir a millones de sus ciudadanos con una propuesta
atractiva de proyecto de convivencia y progreso en común. El modelo autonómico
actual, con autonomía en la gestión de bastantes servicios públicos, pero
férreo control central de los ingresos, conlleva en la práctica muy escasa
autonomía política (excepto para el País Vasco y Navarra que tienen haciendas
propias). Por otro lado, el sentimiento anticatalán de una parte de la
población española, que llega a veces a desafortunados calificativos
despectivos como “perro catalán” o “polaco de mierda”, o a campañas de boicot
comercial a productos catalanes (tengo en casa una octavilla llamando al boicot
que me dieron en el metro de Madrid), no ayudan a crear cohesión. En la campaña
del PP contra el Estatuto de Cataluña de 2006 (la ley que rige la autonomía
catalana) se consiguieron 4 millones de firmas, prácticamente todas en el resto
de España, simplemente porqué en el preámbulo se afirmaba que Cataluña era una
nación. Estatuto que había sido aprobado por el parlamento español y refrendado
posteriormente en referéndum en Cataluña. Fruto de aquella campaña, el Tribunal
constitucional español (un tribunal sesgado políticamente, con un presidente
antiguo militante del PP) modificó la ley rompiendo el consenso de la
transición, que preveía una soberanía compartida (por esto la doble aprobación
del parlamento español y el pueblo de Cataluña).
La situación
actual es extremadamente tensa. A diferencia de Canadá o el Reino Unido con Quebec
y Escocia, el gobierno español y los principales partidos estatales no aceptan
resolver este tema pactando un referéndum con todas las garantías democráticas.
Aunque probablemente ganaría el no a la independencia, no quieren reconocer la
soberanía política a Cataluña. ¿Es posible someter por la fuerza hoy en Europa a
un pueblo convencido de su derecho a decidir su futuro político? ¿Cómo se va a
resolver un conflicto político cuando se ha obligado a policía, fiscales y
jueces a tomar cartas en el asunto por la vía penal? El respeto a los derechos
humanos y políticos está en juego en el conjunto de España, pues desgraciadamente
en este caso se aplica la vieja sentencia de la restauración borbónica «Para los
enemigos la ley, para los amigos el favor». Ante esta doble barra de medir,
ante el desprestigio de la justicia y la política, el futuro de Cataluña y de
España están en peligro. Ojalá no entremos en una deriva al estilo de Erdogan. A
los viejos imperios les cuesta construir puentes provechosos para ambas partes
con los pueblos que sometieron. Esperemos que la negociación política reemplace
a la represión teniendo en cuenta la convivencia y la libertad de los pueblos.
*Además de Navarra que aunque persista formalmente hasta 1841, pierde su independencia en 1515.
*Además de Navarra que aunque persista formalmente hasta 1841, pierde su independencia en 1515.
Es muy sencillo. El día 1 podemos elegir votar Sí para fundar un estado de corte europeo o votar No para continuar en un estado "sudamericano" controlado aún hoy por la derecha heredera de Franco con el beneplácito de (casi toda) la izquierda. Y no hay más. Cataluña tiene la fuerza para cambiarse a sí misma y convertirse en un país cada vez más europeo y moderno pero no para cambiar a España. La sociedad española debe madurar mucho aún para acometer este cambio y el mejor acicate para que empiece a hacerlo es precisamente la independencia de Cataluña.
ResponEliminaO no votar porqué creemos que ha sido un referéndum impuesto por el que desea el SI. No hay tarjetas censales, no hay voto por correo, no hay un mínimo de credibilidad sobre lo que pasará el 2 de octubre si sale el SI. Yo opino que se debe votar, pero no en estas condiciones.
ResponEliminaNo será porque no se haya intentado acordarlo (de hecho si ahora mismo se acordara uno, se anularía inmediatamente el del 1 de octubre). Precisamente el hecho de que resulte imposible acordar un referéndum es una muestra más de la falta de madurez de la sociedad española. No ir a votar es como votar No pero poco legítimo (no es legítimo arrogarse la abstención en favor de las tesis de uno).
EliminaDolphins Game
ResponEliminaMiami Dolphins Game
Dolphins Game Today
Dolphins Football
Texans Game
Houston Texans Game
Texans Game Today
Texans Football
Chiefs Game
Kansas City Chiefs Game
Chiefs Game Today
Chiefs Football
Raiders Game
Oakland Raiders Game
Raiders Game Today
Raiders Football
Ravens Game
Baltimore Ravens Game
Ravens Game Today
Ravens Football
ES VERDAD QUE LA RELIGIÓN ES MENTIRA
ResponElimina...viaje interestelar aceleración constante (sin religión, bandera Tierra◙◙: 2 circunferencias tangentes, derecha: Europa, África, América...izquierda: Asia, Oceanía... continentes en marrón, mares en azul claro iridiscente, contra el fondo azul oscuro del Universo con estrellas en blanco)... 1 solo Planeta Unido sin naciones, sin guerras y sin fronteras (solo ciudades)... con 1 solo Gobierno Mundial, 1 solo Idioma, 1 solo Ejército, 1 solo Himno y 1 sola Bandera.
ResponElimina...viaje interestelar aceleración constante /sin religión, sin Vatic-ano virus URL blacklist/,,, ¿la III Guerra Mundial ya ha comenzado?, ¿dónde en los homovicios techos del Vatic-ano,,, lo primero que hay que hacer es derribar todos los templos (cualquiera les dice eso a los religiosoitalianos, imbéciles, a los religiosofranceses "el único infalible es el papa", imbéciles, a todos los religiosopaíses nórdicos cruzbandera, y además imbecilepatriotas como el imbécil Trumpo, como su imbécil sucesor religiosojurador, ¿usa acción de gracias?, imbéciles, a los religiosobarbudos, a los miles de millones de religioso-creyentes comprados o inocentes) porque: un "Tercer Mundo" intencionadamente, criminalmente mantenido ¿por los siglos de los siglos? porque SIN POBRES Y SIN IGNORANTES NO HAY RELIGIÓN. 8,500 niños mueren de hambre cada día en el Mundo, lo más terrible que sucede en el Universo: el sufrimiento de los Inocentes (caridad No, Justicia Sí). Y mientras esos sinvergüenzas multicredos-religiosopontífices en sus palacios de oro comiendo perdices, así están de gordos y lustrosos los cerdos asquerosos. Miserables religiosos fuera del Mundo ya de una vez malditos
ResponElimina...viaje interestelar /sin religión/,,, SIN POBRES Y SIN IGNORANTES NO HAY RELIGIÓN, por eso mantienen intencionadamente el horror del "Tercer Mundo", religiosos miserables fuera del Mundo ya de una vez malditos.
ResponEliminalo primero que tenéis que hacer es derribar la "sagrada" familia. Catedrales y demás templos a hacer puñetas
EliminaL'autor ha eliminat aquest comentari.
ResponElimina...viaje interestelar aceleración constante (sin religión, sin patriotas)...ser un patriota no es ninguna virtud sino un defecto criminal, patriotas responsables de millones víctimas desde el principio de los Tiempos. Seres "humanos" inefables siempre invadiendo a los vecinos para robarles y destruir lo que tanto cuesto construir. ¿Más fronteras? para separarnos, ¿más idiomas para no entendernos?, es tan "humano" el querer "salirse con la suya" obligando al resto a consentir, pero lo hecho hecho, y si hay que renunciar al propio idioma del terruño, se renuncia, ¿o es que la gente quiere hablar a toda costa en el insignificante catalán que nadie más habla?, lo que la gente quiere es vivir bien, cosa que hasta ahora se ha confundido siempre con el nacionalismo y el patriotismo. A LA PRÓXIMA GUERRA DEL GOLFO QUE VAYAN LOS GOLFOS DE LAS GUERRAS
ResponElimina...viaje interestelar aceleración constante (sin religión, pelicula "Contact")... "el Mundo es como nosotros lo hacemos". "Dra. Arroway el 95% de los seres humanos creen en Dios y ud. No"... esos "creyentes" comprados o inocentes o ignorantes "creen" porque si quieres tener trabajo, casa y coche en la puerta ya sabes mete el pescuezo en los curas. La religión se mantiene aún porque lo primero que hicieron e controlar la Economía. Preguntar en la calle la distancia a la Luna, la mayoría ni idea, pero preguntar como se llama "su señor" del templo del barrio, eso sí se lo saben y a comer todos los días. La Inquisición quemaron vivo en la hoguera en nombre de "Dios" a Giordano Bruno por decir que había E.T. y a Cientos de Miles de Inocentes y a 50,000 Ancianas Indigentes acusadas de "brujas" por la hambruna que hubo en la Edad Media del oscurantismo religioso feminicida y la ignorancia. La desvergüenza y el ridículo de los religiosos en toda la película no tiene límites. Quién Como Porqué existe el Universo nadie lo sabe. Los curas están locos, aunque son los primeros que no creen en su "Dios" por eso su Inquisición criminal, prefieren morir que es desaparecer antes que reconocer su error y tener Inmortalidad Tecnológica. Mientras siguen los crímenes contra mujeres contados con toda "naturalidad" en los telediarios. Violencia en PELÍCULAS y TV (las aventuras de "Ladybug" llamando insectos a las mujeres), esos cobardes criminales no son "machistas" son los inductores religiosos-homovicios de siempre de la "caza de brujas" que son los que odian a las mujeres tapándo a sus "virgenes" hasta el pelo. Vatic-ano-Religiosos-Homovicios el poder en la sombra obligando a los gobiernos "progresistas" en realidad involucionistas con su repugnante homovicio-propaganda que es volver a los horribles tiempos de la esclavitud donde los "amos" homovicios,,, e infectando los veranos con sus "banderas arcoiris" por infectar que no quede ya hasta el precioso arcoiris, malditos. Hay que erradicar ya la religión del Mundo, díselo a los Franceses con su "notredam" y demás intereses o a los imbéciles paísesnórdicoscruzbandera religiosos homovicios y monárquicos siempre la misma porquería de la zarpa religión y monarquía. Por eso la UE también va por mal camino. Hacer un Mundo de Bondad, Pureza, Familias Normales, Felicidad y Escuelas sin Acoso-Bulling... El Progreso tiende lentamente a la Perfección, la Verdad y la Justicia. Por eso una civilización galáctica con millones de años de adelanto es sin duda Inmortal y Perfecta... Contact...son números primos...
ResponElimina...viaje interestelar aceleración constante (sin separatismos)... es "muy humano" (hasta ahora) querer separarse de los demás (para vivir mejor que los demás), querer hablar diferente para no entenderse llamando a la proliferación de jerigonzas del terruño "riqueza cultural". No se puede seguir consintiendo a los separatistas catalanes, vascos y demás congéneres que sigan con su cuento del "derecho a decidir". Ese "derecho" ya no existe. La Humanidad va hacia la Unión Global preparando el salto a las estrellas.
ResponElimina...viaje interestelar aceleración constante (Universal Union)... UU... las naciones y los nacionalistas y los patriotas deben quedar ya en el pasado como algo malo y superado (¿te enteras Carles?). ¿O es que la Humanidad va a ir a los exoplanetas con una bandera definitiva cualquiera? en vez de la Bandera Definitiva, acordada en un Mundo de territorios adheridos a la UU con 1 solo Gobierno Mundial y 1 solo Idioma. (Carles Puig-- qué ridiculo y ruín se te ve con tus ansias pasadas de moda).
ResponElimina...viaje interestelar aceleración constante /sin separatistas/,,, todo el que quiere separarse de los demás (para vivir mejor que los demás) es un sinvergüenza y un criminal------ Todo el que quiere Unirse a los Demás es Persona de Bien con Futuro para Remar Todos Juntos hacia el Progreso la Justicia y el Bienestar. Los inmigrantes tienen que venir a trabajar honradamente y a integrarse, no a traer sus religiones canallescas contra las mujeres .No se puede consentir que los inmigrantes vengan a cometer crímenes.
ResponEliminaEdelweiss edelweiss blanca flor de los Alpes virginal claridad tienes al saludarme brillo de nieve te presta el sol blanca flor silvestre edelweiss,,, "el amor a nuestra tierra",,, ¿Que pasa que si eres austriaco no amas igual las tierras de Africa?. Idiota nacionalista sinvergüenza.
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