In Memoriam

Carlos M.M. Elia
(Buenos Aires 1943-2011)

Ha muerto nuestro colega, socio de aventuras y amigo querido Carlos Maria Manuel Elia. Fue un hombre generoso, sin dobleces, con una conciencia y escala de valores sin tacha, que emanaba autoridad sin necesidad de mostrarla. Tenía un carácter tierno y a la vez austero, que expresaba más con los actos que con las palabras. Amigo de los amigos, amante del teatro y de la música clásica, defensor de la cultura y del papel activo del estado en su favor.

En el plano profesional fue un líder con una autoridad discreta pero de valores firmes. Buen negociador, sabía moverse en los vericuetos de la administración y las finanzas públicas sin perder por ello la compostura. Fue precursor de una profesión, la del gestor cultural, que ayudó a introducir en la Argentina. Su experiencia previa como administrador le permitió mejorar la gestión de las distintas organizaciones culturales en las que trabajó. En particular en el Teatro Colón, en el teatro comercial de Buenos Aires y, en especial, en el Teatro San Martín que fue su casa. Allí desempeñó las funciones de director de administración y mano derecha de su director general Kive Staiff, de 1982 a 1989, y de director general adjunto del 1998 al 2010. El año pasado asumió el cargo de Director General del Complejo Teatral de Buenos Aires.

En el plano académico fundó la carrera de administración de artes del espectáculo en la Universidad de Buenos Aires, de la que ha sido director hasta ahora. Allí formó diversas generaciones de jóvenes gerentes culturales que, como él decía, serán el futuro de la gestión cultural del país. Su ambición para colocar la Argentina al máximo nivel internacional le llevó a cultivar relaciones con numerosos países. Particularmente su relación con la Universidad de Barcelona, con la cual hemos trabajo en la organización de numerosos coloquios y en la publicación de libros conjuntos. Asimismo, distintas instituciones de Chile, Brasil, España, Estados Unidos, Francia, México o Uruguay conocieron de su calidad humana y profesional.

Te recordaremos siempre con un afecto y agradecimiento inmensos.

Héctor Schargorodsky y Lluís Bonet